Maricarmen Cortés
Maricarmen Cortés es columnista de la sección del periódico Excelsior.
Thaddeus Arroyo, quien desde hace tres semanas es el nuevo director de Iusacell, ya bajo la batuta de AT&T, tiene la muy ambiciosa meta, en un plazo de 10 años, de convertirse en la empresa número uno en México, desplazando a Telcel, que es hoy la preponderante en el mercado. Y si en diez años no logra ser la número uno, lo que sí pretende Arroyo es que Iusacell se ubique en un segundo lugar, pisándole los talones a Telcel.
Desde luego reconoce que no es una tarea fácil y que implicará que AT&T realice cuantiosas inversiones anuales. No se aventura todavía a hablar de cifras de inversión porque sigue abierto el proceso de compra de Nextel México, que depende de dos factores: por un lado de la aprobación del IFT y, por otro, del juicio de quiebra de NII Holdings que se realiza en Estados Unidos, ya que se requiere que el juez apruebe la venta. Se estima que será hasta junio cuando se concrete la compra de Nextel México, lo que modificará lógicamente los planes de expansión de Iusacell.
La meta de AT&T con Iusacell es enfocarse en dos mercados: el de Estados Unidos y el de México, que abarca 450 millones de personas, con servicios de nueva generación en internet móvil. En materia de cobertura, eso implica una gran tarea para tener plena presencia en todo México.
Lo que pretende AT&T es que sus clientes puedan viajar, entre México y Estados Unidos, con la mejor calidad en el servicio y el precio más atractivo, no sólo para quienes tengan planes de pospago, que son los que generan más ingresos, sino también en prepago.
Entre las primeras medidas que ya está tomando Thaddeus Arroyo es mejorar el servicio a los actuales clientes de Iusacell que tiene una participación de 7% en el mercado nacional de prepago y de 13% en postpago.
Mantendrá marca Iusacell
Además, se reforzará la red para tener una mayor cobertura y se abrirán nuevas oficinas de comercialización y atención a los usuarios para brindar un mejor servicio y, gradualmente, se incorporarán nuevos planes y productos para disminuir la brecha que existe hoy entre los clientes de México y Estados Unidos.
De hecho seguirán utilizando la marca Iusacell y no cambiarán a AT&T, dicen, hasta haber logrado que no existan diferencias entre el servicio en México y el de Estados Unidos.
Confianza en México y marco regulatorio
AT&T invirtió ya 2 mil 500 millones de dólares en la compra de Iusacell, más mil 375 millones en la adquisición de Nextel México y aunque Thaddeus Arroyo insiste en que no puede aún definir el monto de la inversión adicional que se requerirá, sí ha señalado que son dos las razones que motivaron apostar por México. Por un lado, la confianza en el crecimiento de la economía que representa un mercado de 110 millones de personas, con una población que en promedio es más joven que la de Estados Unidos y una clase media que está fortaleciéndose. Por el otro lado, está un marco regulatorio que permite fomentar una mayor competencia en el sector de comunicaciones.
Convenio SAT/INE, no habrá secreto fiscal
El convenio que firmó el SAT, que encabeza Aristóteles Nuñez, con el Instituto Nacional Electoral, que preside Lorenzo Córdova , es muy importante porque habrá, ahora sí, una mayor transparencia, no sólo en el manejo de los recursos públicos por parte de todos los partidos, sino un estricto seguimiento de todos los gastos de los candidatos. Y por todos los gastos hay que incluir realmente todo lo que se pague con tarjetas de crédito, o débito y con cheques porque con este convenio desaparece o no aplica el secreto fiscal.
El convenio es una ratificación del que ya existía en 2007, pero que realmente no se aplicaba. La gran diferencia es que hoy, al frente del SAT, está Aristóteles Núñezquien ha resultado un fiscal de acero y, por otro lado, que el SAT tiene más herramientas de control con la facturación electrónica porque será muy fácil para el INE y para los propios partidos revisar los gastos de los candidatos y detectar irregularidades, porque ya no podrán presentar facturas falsas o apócrifas.
El problema en materia de fiscalización serán, desde luego, los gastos en efectivo. Pero el SAT podrá dar al INE información sobre lo que se denomina personas políticamente expuestas, sobre el origen de los recursos obtenidos por los partidos, candidatos, precandidatos y hasta aspirantes. Y lo interesante es que también estarán sujetos a la fiscalización del SAT los candidatos independientes.
Además, el INE podrá tener acceso a la lista de proveedores de los partidos que, por ley, tienen que inscribirse en el Registro Nacional de Proveedores que inició hace un mes.
Habrá seguramente candidatos y partidos que, durante las campañas, se quejen de estar en mayor fiscalización por parte del INE y del SAT, pero ahora sí que sobre advertencia no hay engaño.